Queremos compartir con ustedes este extracto de uno de los sermones que diera nuestro santo Fundador con motivo de la Festividad de Cristo Rey
Dijo entonces Pilato: ¿Luego, tú eres rey? Respondió Jesús: tú lo has dicho, soy Rey.” Jn 18, 37
Pilato hizo escribir sobre la cruz: “Jesús Nazareno, rey de los judíos”Jesús, quiere decir Salvador; de modo que murió por ser Salvador y para salvarnos tenía que morir. Rey de los judíos, quiere decir que es Rey y Salvador a un tiempo. Judío, quiere decir “el que confiesa”; por tanto es Rey, pero solamente de los judíos, o sea, solamente de los que le confiesan. Y para rescatar a esos que le confiesan, ha muerto. Sí, verdaderamente ha muerto. Y con muerte de cruz. Así que ahí están las causas de la muerte de Jesucristo. La primera, porque es Salvador, Santo y Rey; la segunda, porque quería rescatar a los que le confesasen, que eso significa la palabra judío, que Pilato escribió en el título sobre la cruz; cosa que hizo por inspiración divina. Su vocación ha sido esa, la de ser Salvador; por eso ha puesto tanto empeño en probársela a los hombres y no solamente por medio de los Patriarcas y Profetas, sino que lo hizo Él mismo; y cosa rara, hasta a veces se ha servido para ello de la boca de los impíos y de los mayores bandidos... Y ¡cómo lucha nuestro Dios para demostrar la verdadera vocación de su Hijo! Pilato declaró muchas veces que nuestro Señor era inocente y que no encontraba ningún motivo para darle muerte; aseguró públicamente que aunque le condenaba, él sabía bien que no era culpable y que tenía que haber alguna otra causa que Pilato desconocía.
El amor solamente se paga con amor, así que al devolver a nuestro Señor amor por amor y alabanzas y bendiciones, que todo eso le debemos por su pasión y muerte, le tenemos que confesar como nuestro Libertador, nuestro Salvador y nuestro Rey.
(Sermón. X, 360)
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